Uno de los mayores desafíos en términos de planificación y programación en el transporte público es equilibrar las necesidades y demandas de los usuarios con la disponibilidad de recursos limitados.
Las nuevas alternativas de movilidad, las aplicaciones y el software están cambiando el mundo del transporte público de una forma sin precedentes. En el sector del transporte público, los antiguos métodos de planificación y programación están dejando paso a nuevas plataformas. Estas nuevas plataformas encierran un enorme potencial de transformación: mejoran la eficiencia operativa, reducen los costes de explotación y crean nuevas oportunidades para nuevos servicios basados en datos.
Los costes de programar y operar servicios de transporte público pueden ser altos, y la financiación puede ser un reto para las autoridades de transporte. Es por esto que la optimización de los horarios toma cada vez un papel más importante, ya que es la que consigue que la asignación de recursos, como vehículos, conductores y rutas, sea la más eficiente para la empresa y eficaz para satisfacer las necesidades de los usuarios.
Incluir todas las normas y restricciones garantiza escenarios precisos
El transporte público se rige por un complejo conjunto de normas y restricciones: desde las funciones de descanso hasta la capacidad de los depósitos, pasando por los cambios y las interlíneas, etc. La capacidad de expresar con precisión estos requisitos es probablemente el factor más importante que influye en el éxito de una plataforma de planificación y programación.
Cuando las reglas o preferencias no se expresan con precisión antes de la ejecución de la optimización, hay que ocuparse de ellas más tarde. No es tarea fácil: el trabajo posterior a la optimización siempre requiere una edición manual intensiva, desde añadir vehículos de relevo hasta crear listas de turnos.
También es importante validar los horarios, las rutas y las programaciones. Los sistemas modernos utilizan este mecanismo para notificar a los usuarios de las plataformas cuando los cambios de horarios o de planificación son contrarios a las normas o no tienen sentido, lo que minimiza el coste del error humano.
Así pues, planificar y programar no consiste en comprobar un solo escenario: se trata de comprobar múltiples escenarios y elegir el mejor. Cada escenario es diferente, y cada uno genera distintos costes, tiempos muertos y otros resultados.
La optimización tarda minutos o segundos en lugar de días u horas
La velocidad también es crucial para planificar y programar. La programación es famosa por su falta de velocidad: es un problema complejo que requiere muchos recursos informáticos. Por eso (para la mayoría de las soluciones tradicionales) las ejecuciones de optimización tardan horas o incluso días.
Esto es una mala noticia para la agilidad empresarial, ya que las licitaciones y los cambios de servicio requieren mucho trabajo y, en algunos casos, los planificadores y ejecutivos no tienen tiempo para comprobar a fondo todos los escenarios hipotéticos y pueden conformarse con planificaciones menos que óptimas.
Por eso, las plataformas de planificación y programación de última generación se centran en la velocidad, con ejecuciones de optimización que tardan minutos o segundos, utilizando la paralelización. Estos sistemas se construyeron desde cero para que los planificadores y programadores puedan probar múltiples escenarios hipotéticos y llegar al mejor escenario posible, ofreciendo un mejor servicio a los pasajeros y reduciendo los costes operativos.
Las decisiones se basan en datos para servicios más innovadores
Uno de los activos clave que los nuevos proveedores de movilidad utilizan en su beneficio son los datos sobre el movimiento de personas y vehículos. Los datos subyacentes impulsan servicios innovadores que se basan en la predicción de la demanda, los tiempos de viaje y mucho más.
Hoy en día, los proveedores de transporte público no siempre utilizan los datos que ya poseen. Estos pueden utilizarse para predecir la puntualidad, pero a menudo no se usan y la interfaz no es sencilla. Y es por esto que los datos sobre demanda de pasajeros, tiempos de viaje, etc. no se utilizan como deberían.
Los datos ayudan a optimizar la gestión de flotas, asegurando que los vehículos estén operando en la capacidad óptima y minimizando el tiempo de inactividad, reduciendo los costes operativos y mejorando la eficiencia del transporte. Además, los datos en tiempo real pueden ayudar a los operadores a monitorear el tráfico en tiempo real y a tomar decisiones en consecuencia, como la reorganización de rutas o la modificación de horarios.
Las plataformas de planificación y programación de la próxima generación se basan en datos: toman múltiples fuentes de datos y los integran de forma sencilla en el proceso de programación. Por ejemplo, se pueden tomar datos reales, aplicar inteligencia artificial y predecir la probabilidad de puntualidad de cada elemento de un horario.
Antiguamente, las plataformas tradicionales de planificación y programación se adquirían e instalaban en los servidores del comprador. Dado que la optimización es una operación pesada, los compradores suelen instalar clústeres de servidores para dar soporte a más usuarios, y también se necesita una base de datos dedicada, lo que genera gastos generales de TI. Incluso cuando el software está "basado en la nube" (es decir, permite el acceso de escritorio remoto a servidores en la nube), las ejecuciones de optimización resultantes son lentas.
Las plataformas modernas están concebidas como software como servicio (SaaS), evitando así estos costes adicionales. Esto también tiene otras ventajas importantes como por ejemplo la entrega continua de nuevas versiones, funciones y actualizaciones del software.
En definitiva, se puede concluir que los programas informáticos modernos pueden ayudar a llevar la planificación y la programación a un nivel superior, ya que analizan rápidamente diferentes escenarios y crean calendarios más eficientes, reduciendo costes y aumentando la eficacia.
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